El Blog de RANACHILANGA

En vista de que a nadie (incluyéndome) le había gustado la imagen titular de mi Blog, ya tenia algún tiempo pensando que tipo de diseño seria mas acorde a mis gustos, estaba buscando algo con lo que me identificara mas. Tenia que incluir por supuesto “Autos” en especial algún clásico que son lo mío, así que tomé esta foto de un Mercury 1956 que pude capturar hace unas semanas, tenia que incluir algo relativo a la fotografía que es mi gran afición así que me puse a editar este autorretrato en blanco y negro y lo coloree inspirado en el viejo retoqué fotográfico que realizaba mi bisabuelo Juan “El Charrito” Espinosa , al cual incluí como homenaje en la parte superior. Pero como conjuntar esto en un diseño que no se viera como el clásico “collage” sin chiste como mi banner anterior? Pues se me ocurrió que también el estilo debía de ser acorde a mi y no solo el contenido, e inspirado en mi director favorito Quentin Tarantino, debía utilizar la combinación de colores rojo y amar...

Siempre he sido un “Freak”, y desde que tengo uso de razón he tenido una predilección por los artículos antiguos y la magia de las eras pasadas, así que mi fotografía no tenia por que ser diferente, simplemente creo que es parte de mi personalidad “retro” ja ja. Así que últimamente he estado experimentando con diferentes tipos de edición con un “look” vintage, con el propósito de en un futuro poder crear imágenes en las que el espectador no tenga la certeza de si fue tomada ayer o hace 50 años. Todavía no llego a la calidad que quisiera pero sigo estudiando y aquí les dejo algunas muestras de lo obtenido hasta ahora, espero les gusten y si tienen algún tip bienvenido sea. Nos vemos en la que sigue!!         Etiquetas de Technorati: vintage , photoshop , edicion , post process , classic , retro , fotografia , antigua , clasicos , nikon , d80 , ranachilanga , rene ortega , arguello

Ooooh las madres, quien no recuerda sus maravillosos manazos, nalgadas, pellizcos y hasta matamoscazos?, ellas que amorosamente nos hicieron descubrir todo lo que odiamos como las verduras, el hígado empanizado o la emulsión de Scott. Ellas de quien aprendimos nuestras primeras groserías que su dulce boca dirigía a nosotros, quienes nos impulsaron a desafiar los horizontes del mundo exterior buscando una tiendita para poder cumplir con sus mandados o que nos enseño el valor de las cosas cuando en las tiendas nos decían “No compro nada, cuando trabajes te lo compras!”. Quienes nos enseñaron esas sutilezas de la vida que no se aprende en las escuelas como la culpa y los chantajes sentimentales, o a quien no le tocó un “pero cuando me muera a ver quien te va a dar de comer” o un “Yo que casi me muero cuando naciste y tu no puedes dejar de ver un ratito la tele para lavar los trastos”. Sin olvidar cuando nos prepararon para afrontar la actualidad del mundo con su terrorismo psicol...