El Héroe que conocí. (Q.E.P.D. Efrén Sibaja)

Estas no tan breves líneas las estoy escribiendo mientras se están llevando a cabo los rezos en el velorio de un héroe anónimo, quien tuve la fortuna de conocer, no solo eso sino de también considerarlo mi mejor amigo, y de quien tuve el honor de que me llamara hermano.
No he tenido la experiencia de lidiar antes con la muerte de cerca, como todos he tenido algún familiar o conocido que ha dejado de existir, pero nunca nada demasiado cercano como hasta ahora, tal vez por eso me deja un vacío en el corazón, o tal vez no es simplemente porque era un amigo, tal vez no se deba a que por azares del destino fuimos cercanos; analizándolo un poco mejor  no puedo dejar de pensar que es porque en verdad se fue alguien especial, alguien que aunque no tuvo el reconocimiento de algunos idiotas, era excepcional.   Hace un rato mi amigo Marco comentaba que debía hacer saber al primogénito de mi mejor amigo, que tenia por padre a un héroe, al mas grande, tanto como los de los comics y películas que tanto disfrutaban compartir y que él procuraba entender la complicada mitología para tener algo en común con su pequeño.

Pero porque pienso eso ahora, si hace muchos años cuando lo conocí, cuando mis mas grandes preocupaciones eran no poder tener un auto mas potente o una televisión mas grande, cuando yo desdeñaba la idea de tener que gastarme mi plata en hijos, pudiendo disfrutarlo yo, con mi estilo de vida envidiado por otros, cuando en ese tiempo me aberraba la idea de que este hombre podía sortear la quincena apenas con lo de la gasolina y una vez al mes ir por una hamburguesa al carbón y aún así llegar a trabajar con mas ganas que los demás?   ¿Que diablos le pasaba a este sujeto?  ¿Estaba loco?  ¿No tenia aspiraciones de disfrutar la vida?   
Pues ese hombre, Efren Sibaja, sin yo saberlo, cambiaría mi forma de ver la vida para siempre, y con el tiempo hicimos una perfecta amistad en la que ambos pudimos hacer que nuestras vidas tomaran otro sentido, Él por hacerme ver que las cosas “simples” de la vida son en realidad grandiosas, y lo menos, lo que yo hice, tratar de darle el sabor a la suya.

Por eso es para mi tan doloroso y tan incomprensible la forma en la que este mundo actúa, tan azarosamente, tan sin sentido, en este mundo en el que encontramos gente tan inescrupulosa, sin valores ni responsabilidad, padres desobligados, sujetos que prefieren emborracharse que alimentar a sus hijos, u otros que pretenden comprar a sus pequeños y suplen con regalos el tiempo de calidad, cuando hay gente que no tiene pasión por nada, tuvo que irse mi amigo que tenia grandes cualidades.
Poco tiempo después de conocerlo y de ver a través de las primeras capas de mis estúpidos prejuicios, me di cuenta de que lejos de no tener aspiraciones, era un hombre tenaz y trabajador, que era capaz de sacrificar mas de media vida en un trabajo lejos de ser su ideal con tal de que a su familia no le faltara nada, que prefería tener que llevar su comida preparada en casa a fin de que quedara dinero para el fin de semana con su niño y ver juntos una película en el cine, quien prefería tener que apechugar con superiores estúpidos de corta visión que le negaban mejores oportunidades, con tal de poder darle una mejor vida a su esposa y niños.

También me di cuenta de que para nada era un hombre sin pasiones, las tenia y muy arraigadas y dentro de todo el tiempo que te roba el trabajo, podía seguir con su disciplina del ejercicio y del Pentatlón que amaba, que disfrutaba de viajar mucho, de arreglar el mismo su casa la cual él en parte construyó, quien no dudaba en apostarme a favor de su Cruz Azul contra mis Pumas cada 6 meses sin falta.  Era un hombre con sus convicciones muy bien puestas y no cedía ante presiones de otros idiotas, no tomaba, no porque no pudiera, sino porque no le parecía atractivo, no fumaba, se cuidaba y le gustaba tener buena salud.
Con el tiempo fui entendiendo y aprendiendo de este hombre, a quien siempre admiré y por fortuna no reparé en reconocérselo, fui dándome cuenta de su visión, de lo importante de la vida, de que tenia en mi amigo a un verdadero ejemplo a seguir, siempre dispuesto a ayudar, siempre honesto y con el don de servir.
Anécdotas no son pocas las que pudimos coleccionar, así como ayudas mutuas de las que siempre le voy a estar agradecido, una persona dispuesta a quitarse el pan de la boca por los demás y también alguien siempre abierto a aprender , él me enseñaba a hacer un inventario, yo lo ayudaba a hacerle mecánica a su coche, el me instruía en como repellar un muro en la casa, yo lo hice subir 4 kilos en el gym, el me enseñaba a utilizar un rifle, yo le iniciaba en el uso de los “smartphones”.

Nunca nos juzgamos y siempre estuvimos el uno para el otro en momentos difíciles, todavía recuerdo nítidamente su llamada telefónica una tarde pidiéndome que lo visitara porque estaba en el hospital, yo no dudé y en unos minutos estaba ahí, fue ahí cuando se enteró que tenia la enfermedad que a la postre nos lo quitaría, yo saqué fuerza de no se donde y lo pude animar, acordamos que lucharía hasta el final, yo no conozco persona mas valiente y tenaz que él y así lo hizo, lucho hasta el final, por él, por sus hijos, por su esposa, por los planes que teníamos de criar a nuestros chamacos juntos, de acampar, de poner un negocio en común, de continuar con nuestras veladas de Boxeo de los sábados por la noche, de seguir apostando a ver quien le iba al equipo mas chafa, de poder seguir siendo amigos simplemente.
Efrén, muchas gracias hermano por todo, por la amistad, por privilegiarme con tu confianza, por todos los consejos que nos dimos, por todo el aprendizaje que compartimos, por todos los secretos que nos confiamos que ahora tu te llevas y yo prometo hacer de la misma forma, por ser un héroe, el tipo de héroes que necesita este trinche mundo, en una palabra, gente BUENA!
Gracias.
Descansa en paz hermano.    Efrén Sibaja  1979 – 2014